IMIDA

GeoAI para la monitorización de las ayudas de la PAC

Reto:

El cultivo arrocero de Murcia tiene un gran arraigo en la zona de Calasparra, que dedica 875 hectáreas al cultivo del arroz. De estas, un tercio solicitan anualmente las ayudas de la PAC (Política Agraria Común) para mantener las superficies de cultivo tradicionales.

Desde 2018, los Estados Miembro pueden monitorizar los cultivos resultantes de estas ayudas a través de los datos proporcionados por los Sentinel-2, así como otros satélites de alta resolución, drones o imágenes georreferenciadas.

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario tenía el reto de desarrollar una solución que permitiera llevar a cabo esta monitorización, favoreciendo el buen uso de las ayudas de la PAC y reduciendo el fraude. 

Solución:

El IMIDA puso en marcha una solución por la que, a través de las imágenes proporcionadas por Sentinel-2 y empleando herramientas de GeoAI aplicadas al machine learning, podía hacer un seguimiento del estado vegetativo del cultivo del arroz, pudiendo identificar visualmente las parcelas que han solicitado las subvenciones de la PAC.

Esto es posible gracias al desarrollo de un algoritmo propio que desencadena un modelo de comportamiento capaz de detectar con una fiabilidad del 95% los patrones de suelo a los que deben responder las parcelas de cultivo de arroz a lo largo del año, ya estén en fase de barbecho, inundación, maduración o recolección.

Una vez procesados los datos, desde IMIDA se indica si esa parcela responde a los parámetros del cultivo de arroz o no, denegándose la ayuda en caso de que no lo haga. En caso de duda, se contacta con  el agricultor durante el periodo de alegaciones para que presente la documentación pertinente que acredite el uso de ese suelo de cultivo.

Beneficios:

Gracias a las soluciones de GeoAI y al uso de imágenes de teledetección, el IMIDA puede hacer un seguimiento más exhaustivo del cobro de las ayudas de la PAC, comprobando que no se cometen irregularidades a la hora de solicitar los fondos, así como comprobando que se utilizan para la labor que se solicitaron. De este modo, se reduce la posibilidad de fraude por parte de los receptores de la ayuda, favoreciendo una mejor gestión de estas subvenciones agrarias. 

Asimismo, se mejora la productividad, calidad y sostenibilidad del sector agrícola.